A diferencia de muchos compañeros de partido, que se dejan las pestañas leyendo proyectos de ley en el parlamento y presentando enmiendas, usted ha optado por cuidar su salud (y la de su cuenta corriente).
El problema es que acaba de salir publicada en la prensa matinal una noticia que le acusa de ser sobornado por una empresa constructora, de manera continuada y durante un período largo de tiempo (desde que fue elegido diputado).
El líder del partido ya le ha llamado para pedirle explicaciones y le ha indicado claramente que debe comparecer ante los medios. Usted piensa, con el cariño de un padre o una madre hacia los hijos, en la bolsa llena de fajos de billetes que guarda bajo la cama en su casa y que tanto tiempo le ha costado engordar. “¡Ya no se pueden hacer negocios! ¡Menudo país!” piensa usted.
Pero bueno, no es hora de lamentaciones. Dispone de dos horas antes de comparecer ante los medios. ¿Ha pensado en su estrategia para defenderse? ¿Qué consecuencias va a tener entre sus rivales políticos el plan que piensa ejecutar?
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