Antes de los JJOO Barcelona 92 la ciudadanía, a pesar del entusiasmo generalizado, percibía cierta molestia por una actuación más intensa de lo habitual por parte de las grúas municipales. Evidentemente, tenía su lado positivo, porque si uno quería divorciarse, nada mejor que dejar el coche en doble fila y salir diciendo “Cariño, quédate un momento que ahora mismo vuelvo”, porque aunque estuviera ausente catorce segundos y doce décimas, seguro que a la vuelta se lo habían llevado, cónyuge incluido.
En fin, ya sabemos que al recordar a veces exageramos un poco. La cuestión es que en pleno telediario, a hora punta, Un periodista asaltó al alcalde para que explicase el por qué de tanta voracidad recaudadora a costa de los conductores incívicos. Si usted se coloca en el lugar del alcalde, aprecia enseguida que puede barajar diferentes motivos, todos convincentes:
a) Primer tipo de argumentación (cívica): el tráfico no es fluido si la gente aparca en doble fila, en zona prohibida o sobre la acera. Por el bien de la convivencia ciudadana, hay que perseguir las infracciones y retirar los vehículos que estorben.
b) Segundo tipo de argumentación (orgullo nacional): una ciudad que va a ser la anfitriona de unos Juegos Olímpicos no puede presentarse al mundo con un caso circulatorio por delante. Se impone una actuación ejemplar porque el mundo tendrá los ojos puestos en Barcelona.
c) Tercer tipo de argumentación (sincera): quien algo quiere, algo le cuesta. Organizar los Juegos Olímpicos es caro y las arcas municipales no llegan ¿Prefiere usted que subamos los impuestos o que paguen las personas que perjudican a la ciudad y, por tanto, son las que generan mayor gasto?
1. ¿Por cuál de ellas hubiera optado usted? ¿Optó por alguna de ellas el entonces alcalde, Pascual Maragall?
2. Indique la estrategia retórica para una buena respuesta. Deduzca de ella un anuncio que sirva de base a los ayuntamientos en sus campaña de hábitos de aparcamiento de los vecinos.
(Dificultad: media si se considera las pistas que da la imagen)
En fin, ya sabemos que al recordar a veces exageramos un poco. La cuestión es que en pleno telediario, a hora punta, Un periodista asaltó al alcalde para que explicase el por qué de tanta voracidad recaudadora a costa de los conductores incívicos. Si usted se coloca en el lugar del alcalde, aprecia enseguida que puede barajar diferentes motivos, todos convincentes:
a) Primer tipo de argumentación (cívica): el tráfico no es fluido si la gente aparca en doble fila, en zona prohibida o sobre la acera. Por el bien de la convivencia ciudadana, hay que perseguir las infracciones y retirar los vehículos que estorben.
b) Segundo tipo de argumentación (orgullo nacional): una ciudad que va a ser la anfitriona de unos Juegos Olímpicos no puede presentarse al mundo con un caso circulatorio por delante. Se impone una actuación ejemplar porque el mundo tendrá los ojos puestos en Barcelona.
c) Tercer tipo de argumentación (sincera): quien algo quiere, algo le cuesta. Organizar los Juegos Olímpicos es caro y las arcas municipales no llegan ¿Prefiere usted que subamos los impuestos o que paguen las personas que perjudican a la ciudad y, por tanto, son las que generan mayor gasto?
1. ¿Por cuál de ellas hubiera optado usted? ¿Optó por alguna de ellas el entonces alcalde, Pascual Maragall?
2. Indique la estrategia retórica para una buena respuesta. Deduzca de ella un anuncio que sirva de base a los ayuntamientos en sus campaña de hábitos de aparcamiento de los vecinos.
(Dificultad: media si se considera las pistas que da la imagen)
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